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En la víspera del segundo aniversario de la guerra en Ucrania hacemos una radiografía de los refugiados del mayor éxodo en Europa desde la II Guerra Mundial. En España, casi 200.000 ucranianos cuentan con protección temporal. Es el mecanismo especial habilitado que les permite residir, trabajar, escolarizarse y recibir asistencia médica sin necesidad de pedir asilo.
En Asturias, desde el inicio de la guerra y hasta febrero, se han concedido 1.893 protecciones temporales. Según la Consejería de Educación, a fecha del pasado noviembre, en Asturias estaban escolarizados casi 500 niños ucranianos.
Cruz Roja y Accem son las dos organizaciones que les atienden en Asturias. La primera no facilita datos. Accem sigue atendiendo en la actualidad en Asturias a 162 personas desplazadas por la guerra. Pero no todas cuentan con ayuda.
Una madre ucraniana residente en Asturias apunta a problemas de concialiación familiar
Hace ya casi dos años que María Reznykova y su hijo pequeño, ahora tiene cuatro, viven en Asturias. Su otro hijo es mayor de edad y fue obligado a quedarse en Ucrania. Ella tiene 41 y es licenciada en Económicas pero no ha encontrado un trabajo acorde a su formación. Las principales barreras, el idioma y que sus estudios no han sido homolgados.
La mayoría de refugiados ucranianos en España son mujeres con menores a cargo, los hombres fueron llamados a filas. La conciliación para ellas es imposible.
Reznykova explica que "estamos atrapadas en un bucle. Queremos trabajar pero solo podemos hacerlo mientras nuestros hijos están en el colegio. No tenemos recursos para llevarles a extraescolares ni para contratar a una cuidadora. Hemos intentado organizarnos entre nosotras, para abrir un centro en el que dejar a nuestros niños a cargo de otras refugiadas ucranianas, pero tampoco podemos porque no se les reconoce el título de educadora", lamenta María.
Ahora vive en un piso de Oviedo que paga con los pocos ahorrros que le quedan y la ayuda de particulares. Primero lo hizo en una vivienda que una ovetense le cedió de forma gratuita hasta que la vendió. María y su hijo no reciben ningún tipo de ayuda económica, se han topado con el muro burocrático.
"Al principio, la primera vez que acudí a las ONG que trabajan con los refugiados no me facilitaron una vivienda porque entonces vivía en una prestada. Cuando me quedé sin ella volví a solicitar ayuda pero me de nuevo me la denegaron por haber cobrado la prestación del Gobierno de 400 euros", apunta Reznykova.
Una ayuda de máximo seis meses de duración. La solicitó en abril de 2023. No le pagaron nada hasta diciembre.
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