Los centros municipales de servicios sociales atendieron el año pasado a 807 personas inmigrantes, una cifra que alcanza el 25% de la población proveniente de otros países que reside actualmente en Avilés, que asciende a 3.143 personas. La memoria elaborada por el Ayuntamiento destaca que «la inmigración puede ser, en sí, un factor de vulnerabilidad, dado que a las dificultades económicas y laborales se le añaden otras de índole social y cultural que pueden dificultar la integración de las familias». Y así parece ser, dado el alto porcentaje de inmigrantes que necesitaron pasar por este departamento del Ayuntamiento, bien en busca de una prestación o de la tramitación del arraigo social, que es una de las principales vías de regularización de la población extranjera en nuestro país.
El año pasado se tramitaron en Avilés hasta 87 de esos informes, que exigen un mínimo de tres años de residencia y un contrato de más de un año de duración, algo que, «resulta complicado en la situación actual del mercado laboral que se ha visto aún más agravada en el contexto económico derivado de la pandemia».
De esas 807 personas que pasaron por los Servicios Sociales en Avilés la mayoría, hasta un 69%, fueron mujeres. El perfil es el de una persona de entre 35 y 64 años de edad, sobre todo procedente de Latinoamérica, de donde llega al 58% de la inmigración atendida, frente a un 16% de europeos y un 15% de africanos.
Además, el departamento plantea incidir en la colaboración entre el Ayuntamiento y otras entidades sociales para avanzar en el conocimiento de los recursos y las prestaciones municipales existentes entre esta población, uno conocimiento que cada vez es mayor, y explica el alto porcentaje de personas que acuden al servicio, precisamente por la acción de entidades sociales, que se coordinan en el Grupo Local de Inmigración, Este enfoque colaborativo permite «prestar una mejor atención a situaciones complejas que difícilmente pueden ser abordadas desde un único sistema».