Ucranianos que han tenido que huir de la guerra hacia Asturias han recibido desde su llegada la solidaridad de los asturianos, a los que la historia nos ha hecho sabedores de lo que significa tener que dejar tu país por razones que se escapan a tu control. Por desgracia, estos inmigrantes forzosos están hallando muchas dificultades a la hora de acceder a uno de los derechos más básicos: la vivienda.
Y es que si el mercado de alquiler en la región ya está absolutamente copado incluso para los nacidos en Asturias, para los que vienen de fuera la dificultad se multiplica. En este sentido, ucranianos que viven en la comunidad «están encontrando muchos problemas con el alquiler de pisos». Y no solo eso, sino que las viviendas a las que pueden acceder por la gestión de organizaciones y otros colectivos muchas veces no están en las mejores condiciones.
Vadym Ivanina, residente en Oviedo desde hace más de doce años, explica la situación de algunos de sus compatriotas residentes en el Principado, a los que él está tratando de hacer la vida un poco más sencilla, si es que es posible.
«Unos familiares míos estaban en un hotel y ahora les van a cambiar a un piso en alquiler», comenta. Explica que, en cuanto a la renta, «les ofrecen 640 euros, que es el tope» y, asimismo, desde Accem «les ofrecen pagar la agencia, pero el problema es que vamos a la agencia y es imposible».
En este sentido, a la hora de acceder a un piso en régimen de arrendamiento piden «contrato de trabajo, los dueños tienen inseguridad por no saber qué va a pasar después, necesitan un avalista…».
Vadym Ivanina explica que, paralelamente, muchas de las viviendas a las que los inmigrantes ucranianos pueden acceder por otras vías, caso de organizaciones no gubernamentales o de apoyo a los expatriados. Habla, por ejemplo, del caso de unas compatriotas que «tienen muchas humedades en el piso» y, además, han de hacer verdaderos malabarismos con el espacio.
«Viven en dos habitaciones y el salón; en una habitación está una chica y en otra dos». Asimismo, «hay otra que está en el salón, donde van a meter a una familia». Constata que «no pueden seguir ahí» estas ucranianas que «llegaron cuando empezó la guerra» al Principado. En este aspecto, insiste en que, de acuerdo a lo que le han trasladado desde entidades como Accem, hay casos de «pisos de otros chicos que pueden estar incluso peor que este».
En definitiva, Ivanina ratifica que «muchos ucranianos están encontrando problemas con el alquiler de pisos» en la región.
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