El año pasado llegaron irregularmente a España un total de 41.861 personas migrantes por vía marítima y terrestre, un 29% más que en 2019, fundamentalmente debido a la fuerte presión migratoria sobre Canarias, a cuyas costas arribaron 23.023 personas, un 756,8% más.
Es el balance provisional del año hecho público este lunes por el Ministerio del Interior, que refleja un importante descenso en las llegadas irregulares a las costas de la península, Baleares, Ceuta y Melilla, donde también cayeron de forma muy relevante las entradas ilegales por vía terrestre.
De acuerdo con los últimos datos de Interior, las llegadas a Canarias siguen la tendencia a la baja de las últimas semanas; entre el 16 y el 31 de diciembre arribaron al archipiélago 1.571 migrantes de forma irregular frente a los 1.886 de la quincena anterior o los 8.157 registrados en el mes de noviembre.