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Un estudio desvela que las principales preocupaciones de la población inmigrante de Avilés está en la dificultad de acceder a una vivienda, con precios por habitación que superan los 300 euros, y la falta de tarjeta sanitaria, principalmente por el temor a ser denunciados en el caso de las personas que carecen de documentación.

El Ayuntamiento de Avilés ha presentado este miércoles el VIII Diagnóstico de la Inmigración de Avilés realizado en 2024 basado en una encuesta a 294 personas de las 4.258 extranjeras censadas procedentes de 27 nacionalidades distintas, aunque principalmente colombianos, venezolanos y peruanos.

El estudio ha sido elaborado por la Red Odina, financiada por la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado, en colaboración con el Ayuntamiento de Avilés y las entidades integrantes del Grupo Local de la Inmigración en Avilés (GLIA).

El concejal de Cooperación, Agustín Medina, ha anunciado la inclusión en los presupuestos de 2026 de una partida para crear una oficina de ayuda al inmigrante para atender asuntos como la vivienda, la tarjeta sanitaria -que afecta a la mitad de la población inmigrante-, o la convalidación de titulaciones que pueda favorecer otro de los grandes problemas que es el acceso al mundo laboral.

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