Los llamamientos contra el miedo y el rechazo a los refugiados y la exigencia de una agilización de los trámites para su protección y acogida han marcado las intervenciones del acto institucional celebrado este lunes en la Junta General del Principado con motivo del "Día Internacional del Refugiado".
Abriendo el turno de intervenciones, el presidente de la Junta General del Principado, Marcelino Marcos, alertó de la débil frontera que separa la visión de los refugiados como amenaza y la radicalización realizando después un llamamiento: “Hagamos al menos que la violencia finalice cuando dejan atrás sus lugares de origen, que no continúe a lo largo de su éxodo, que no les persiga en cada muro y en cada alambrada que intentan superar; no les pongamos zancadillas cuando quieren entrar, dejemos de ignorarlos y , sobre todo, paremos ya de inocular prejuicios negativos y categorías peyorativas que los convierten en supuestas amenazas. Ellos son los amenazados” concluyó Marcelino Marcos.
Desde Cruz Roja, la presidenta de la coordinadora de las organizaciones no gubernamentales de desarrollo, Ana Andrés Ablanedo, recordó que son más de cuatro mil cuatrocientos los fallecidos tratando de llegar a España a través de la ruta del Estrecho o del mar de Alborán y que más de cien mil personas siguen esperando en nuestro país “la resolución de unos expedientes de los que dependen sus vidas”.
Se pudo escuchar también el testimonio directo de algunos refugiados que han llegado a Asturias; es el caso de Adema Kuandykova, que tiene 21 años y llegó el pasado año con su familia desde Kazajistán. Pedía que el conflicto de Ucrania no eclipse la tragedia de los muchos miles de refugiados de otras procedencias: Siria, Yemen, Irak, Somalia o Afganistán y se actúe con la misma celeridad que se ha hecho en el caso del exilio ucraniano agilizando la figura de la protección temporal.
Solamente la asociación católica de migración, ACCEM ha prestado ayuda en lo que va de año en Asturias a 860 refugiados; un cuarenta por ciento proceden de Ucrania y entre el resto de nacionalidades figuran por su número los procedentes de Venezuela y Colombia. 300 refugiados más están recibiendo atención de Cruz Roja en el Principado.