El último padrón de habitantes que ofrece el Instituto Nacional de Estadística revela que Avilés volvió a perder población el año pasado, otros 533 habitantes, lo que deja la cifra en 78.182 habitantes (41.189 mujeres y 36.993 hombres), siguiendo la tendencia negativa que se mantiene desde mediados de los años 90, cuando se alcanzó el récord de 88.570 habitantes. La pérdida de población de ha agudizado en la última década, coincidiendo con la crisis económica, pero la mejoría experimentada no ha logrado revertirla.
Buena parte de la culpa la tiene el cada vez menor número de hijos de las parejas y el consiguiente envejecimiento de la población. El saldo vegetativo, es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones, se incrementa de forma importante cada año. De acuerdo al último Informe sobre el movimiento natural de la población de Sadei, correspondiente al ejercicio 2018, ese año se perdieron 575 habitantes por esa vía. Solo nacieron 407 niños mientras que, por contra, fallecieron 982 personas.
La pirámide de población también es un fiel espejo de este envejecimiento pues la franja de más de sesenta años se ha incrementado respecto a 2018 en 433 personas, solo reduciéndose entre los ochenta y ochenta y cinco años. Aún así, la mayoría de avilesinos tiene entre cuarenta y sesenta y cuatro años, con 31.504 personas empadronadas.
Hasta ahora, sin embargo, la pérdida de población se nutría también de la emigración de los avilesinos, por una parte hacia el extranjero y otras provincias, sobre todo Madrid, aunque principalmente hacia otros concejos de Asturias, con Gijón, Oviedo, Castrillón y Corvera como destinos principales, casi a partes iguales. Los datos de Sadei evidencian ahora un cambio. Por primera vez en la última década Avilés ha ganado población del exterior, es decir, que más personas vinieron a vivir a Avilés que avilesinos se mudaron a otros lugares.
El saldo fue de 224 personas, algo que no sucedía desde 2009, último año en el que la cifra había sido positiva. La ciudad ha dado un giro de 180 grados respecto al ejercicio anterior, cuando el saldo migratorio fue negativo en 222 habitantes, situándose como el segundo municipio asturiano con mayor pérdida de población por este motivo, solo superado por Cangas del Narcea.
1.250 asturianos eligieron en 2018 Avilés como lugar de residencia, y cerca de la mitad proceden de otros municipios de la comarca. Esos movimientos cercanos se vienen dando desde hace años y es común que las familias, especialmente jóvenes, hagan desplazamientos cortos y que en la búsqueda de un nuevo hogar se fijen antes en las localidades que tienen más cerca.
En este último año son los corveranos los que mayor volumen suponen, con 302 migraciones, seguidos de vecinos de Castrillón con 218 personas. En menor medida llegan desde Gozón (61) o Pravia (26). Elevado también es el número de personas que cambian Gijón por Avilés (155) u Oviedo (151). La ciudad gana población joven, pues la mayor franja se sitúa entre los veinticinco y los 54 años, mientras que los jubilados alcanzan los 126.
Un poco mayor fue el número de avilesinos que dejó la ciudad para empadronarse en otros municipios. Fueron en total 1.294 personas en 2018. Coincide que la mayoría escogieron los mismos concejos de referencia de llegadas. Castrillón ocupa el primer puesto con 244 habitantes, seguidos de Oviedo con 238, Gijón con 227 y Corvera con 224. Es decir, se consigue un saldo positivo con todos ellos, exceptuando con Castrillón, que sigue recibiendo más de los que pierde. Igual que pasa con los migrantes que llegan, el mayor rango de fugas se produce entre los 25 y lo 54 años.
Los datos de emigraciones revelan que en 2018 se marcharon un total de 793 ciudadanos, la cifra más baja desde 2002. Se fueron 135 personas menos que en 2017, en su mayoría de nacionalidad española y con destino a otras provincias españolas. Las preferidas son Madrid, León, A Coruña, Barcelona, Cantabria, Baleares y Lugo. Otros 72 avilesinos optaron por destinos internacionales, en su mayoría europeos (42) aunque también hay veintitrés personas que se marcharon a América, cuatro a Oceanía y tres a Asia.
Por contra, más de un millar de inmigrantes eligieron Avilés como punto de destino. Son 130 más de los que lo habían hecho en el ejercicio anterior. Casi la mitad proceden de otras provincias españolas, las mismas a las que acuden los avilesinos que optan por marcharse de la ciudad con Madrid a la cabeza (73 personas). Además, cerca de medio centenar de españoles procedentes de otros países llegaron a la ciudad. Desde América lo hicieron 26 personas, de Europa 17, de Asia 3 y de África una. Por último, se registraron 94 inmigraciones de extranjeros procedentes de otras provincias.
De todos los habitantes censados en Avilés, un 6,17% son de nacionalidad extranjera (4.827), predominando los americanos, seguidos de europeos sobre el resto de continentes. La procedencia más común en la ciudad es la República Dominicana, de donde han llegado 567 vecinos. Tras el país destacan Rumanía, con 385 y Colombia con 373.