Con la emoción a flor de piel, una bandera de Ucrania y una enorme sonrisa, Alina Zhukovska y Liliia Sherprykevych, pertenecientes a la Asociación de Ucranianos de Gijón, recibieron ayer a 110 refugiados procedentes de un centro para personas con necesidades especiales de Donetsk. Llegaron al Aeropuerto de Asturias en un avión fletado por el Ministerio de Defensa y el recibimiento no pudo haber sido más cariñoso. Además de sus compatriotas, en estas tierras les esperaban la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; el secretario de Estado de Migraciones, Jesús Perea, y las consejeras de Presidencia y Derechos Sociales del Gobierno del Principado, Rita Camblor y Melania Álvarez, respectivamente. Se vivió un momento «muy emocionante», relató Perea, cuando los 110 desplazados -86 de ellos con discapacidad- «gritaron todos juntos en ucraniano ´gracias´» al pie del avión. «Han vivido un periplo muy duro por sus condiciones de vulnerabilidad», comentó el secretario de Estado de Migraciones.
A los 86 refugiados que tienen diversos niveles de discapacidad, los acompañan nueve tutores y sus familias. La consejera Melania Álvarez explicó que 25 de ellos son menores, y serán alojados en dos centros de Siero y Gijón. El resto se ubicarán en un centro en Oviedo, «junto al conjunto de profesionales y familias que les acompañan». La también portavoz del Gobierno destacó la capacidad de respuesta del sistema asturiano de Servicios Sociales en colaboración con otras estructuras, como la Agencia de Cooperación al Desarrollo. «Tomamos la decisión de traerlos el pasado viernes a última hora de la tarde y el martes estas personas estaban sanas y salvas en Asturias», celebró.
Alina Zhukovska coincidió con esta apreciación. «Nos sentimos orgullosos de que España nos haya ayudado. Estamos emocionados y agradecidos por que se encuentren a salvo. En Ucrania todo es complicadísimo, cada vez está peor, pero aquí van a recibir lo que necesitan para su futuro».
El secretario de Estado de Migraciones recordó que se atendió al llamamiento que hizo, en los primeros días de la crisis, el ministro consejero de la embajada de Ucrania, Dmytro Matiuschenko, al ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, «para que se hiciera todo lo posible por evacuar a estas personas que se encontraban en instituciones muy cercanas a la zona de conflicto».
Finalmente, Rita Camblor indicó que, en estos momentos, Asturias cuenta con 731 plazas para acoger refugiados, «706 corresponden a lugares que tienen los propios ayuntamientos y el resto pertenecen a ONG». «Trabajaremos en ampliar las plazas para que la acogida sea la máxima», se comprometió.
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